¿Qué maderas resisten más a los insectos? Los insectos son parte de la naturaleza, de nuestra vida cotidiana. En el verano si vives en zonas de humedad y calor sufrirás los mosquitos, no sólo en el campo sino también en la ciudad. Son realmente molestos, pero además pueden provocar enfermedades, por lo que los repelentes no pueden faltarte.
Pero existen enemigos silenciosos que te van arruinando los muebles de tu casa. Hay insectos que alimentan de la madera de tus muebles. Las hormigas y las termitas son de las más comunes. No les importa si se trata del techo de tu quincho, el armario, o una alacena. Los insectos van atacar por donde puedan. En el mercado encontramos pinturas que protegen la madera contra insectos, insecticidas en aerosol, e incluso plantas aromáticas que ahuyentan las larvas.
No obstante, conviene elegir desde un principio maderas resistentes a los insectos. Hay ciertos tipos de maderas que poseen esa característica natural. Algunas son más propensas a las hormigas o a las termitas, mientras que otras logran dificultar su trabajo.
Las maderas más resistentes a los insectos: una guía práctica
La resistencia de la madera a los insectos es una característica fundamental en la selección de materiales para proyectos de construcción, muebles y estructuras al aire libre. Los insectos, como termitas y escarabajos de la madera, pueden causar daños significativos a la madera, debilitando su integridad y durabilidad. En este artículo, exploraremos las maderas más resistentes a los insectos.

Maderas más resistentes a los insectos
El cedro es un tipo de madera que naturalmente tiene resistencia a los insectos. Las distintas clases madera de Cedro, sea el Rojo, el Blanco o el Amarillo son eficaces para ahuyentar a hormigas, termitas y otros insectos de tus muebles. Pero no es el único, ¿Cuáles son las maderas más resistentes a los insectos?
Cedro Rojo Occidental (Western Red Cedar): El cedro rojo occidental es conocido por su resistencia natural a los insectos, especialmente a las termitas y a la pudrición de la madera. Los aceites naturales presentes en esta madera actúan como repelentes de plagas, lo que la convierte en una elección popular para revestimientos de exteriores, cercas y muebles de jardín.
Roble Blanco (White Oak): El roble blanco es una madera dura y densa que es naturalmente resistente a las termitas y a otros insectos. Su durabilidad y resistencia al desgaste la hacen adecuada para proyectos que requieren estabilidad a largo plazo, como suelos de madera y muebles de exterior.
Teca (Teak): La teca es una madera fina o exótica conocida por su alta resistencia a los insectos y su excelente resistencia al agua. Esto la hace perfecta para muebles de jardín, embarcaciones y aplicaciones marinas, donde la exposición al agua y a los insectos es común.
Ciprés (Cypress): El ciprés es otra madera que es naturalmente resistente a los insectos, en particular a las termitas. Es una opción popular para revestimientos exteriores, barandillas y postes.

Pino Tratado a Presión (Pressure-Treated Pine): Aunque no es naturalmente resistente a los insectos, la madera de pino tratado a presión se ha modificado mediante tratamientos químicos para hacerlo altamente resistente a termitas y otros insectos. Es una opción común para la construcción de cercas, cubiertas y estructuras al aire libre.
En resumen, al elegir madera para tus proyectos, la resistencia a los insectos es un factor clave a considerar. Las maderas como el cedro rojo occidental, el roble blanco, la teca, el ciprés y el pino tratado a presión son excelentes opciones para resistir a una variedad de insectos, incluyendo termitas. Si estás preocupado por las hormigas, el cedro rojo occidental, el roble blanco y el cedro del este son buenas opciones para prevenir daños. Asegúrate de mantener tu madera correctamente sellada y tratada para maximizar su resistencia a los insectos y prolongar su durabilidad en tu proyecto.