Soldadura: cómo se cobra

¿Cómo cobrar un trabajo de soldadura? Existen diferentes modos de calcular cuál es el precio de un producto o servicio. Pero en el área de soldadura y corte, ¿hay alguna manera común? Aunque cada persona puede usar una forma distinta para calcular cuánto cobrar, existen un par de modalidades que se repiten continuamente.

Cómo cobrar un trabajo de soldadura

¿Cuáles son los modos de calcular cuánto cobrar por un trabajo de soldadura? Aunque en este caso mencionamos el caso específico de un servicio de soldadura, también vale para la herrería en general, y salvo un par de modificaciones lo mismo se hace con otros servicios.

Multiplicar costo de materiales

Una de las maneras de calcular cómo cobrar por un servicio, cualquiera sea, pero en este caso un trabajo de soldadura, es multiplicar. ¿Cómo? Sí, así como lees, multiplicar. Se trata de una simple operatoria. Para ello debemos enumerar todos los materiales que utilizamos, los insumos, y una vez hecha la cuenta multiplicar ese número. También vale aplicarle un porcentaje fijo.

La operatoria matemática suele ser x2 o x3, dependiendo el caso. Así, por ejemplo, si todos los materiales y consumibles (tubos, planchuelas, electrodos, discos de corte, etc.) que necesitamos para el trabajo dieron una suma de $100, el monto a cobrar será $200 o $300.

Esta es una forma de calcular cuánto cobrar que usan numerosos herreros y profesionales de otras áreas, tales como los carpinteros. Para algunos, esta modalidad es efectiva y suele cubrir la mayoría de los gastos que uno tiene al trabajar.

Precio x hora o precio x día

Otra modalidad para averiguar cuánto cobrar un trabajo de soldadura es calcular las horas o días invertidas en el proyecto. Para ello debemos ponerle un precio a nuestra mano de obra. ¿Cuánto vale nuestro esfuerzo laboral? Si lo que hicimos nos llevó menos de un día, conviene aplicar el cálculo x horas, de lo contrario, si se extendió durante algunos días, será mejor cobrar por días trabajados.

Por ejemplo, si estuvimos dedicándole dos horas al trabajo de soldadura, y nuestra hora tiene un precio de $50, cobraremos $100. Por su parte, si invertimos de lunes a viernes, es decir 5 días, y cada día cobramos $500, nos pagarán $2.500.

Esta forma puede convenir más para unas tareas que otras, cuando son trabajos específicos o sencillos.

Una forma más eficiente -a mi modo de ver- de calcular cuánto cobrar por un trabajo es calcular los costos operativos, y de allí para arriba el precio que esté dispuesto a pagar el cliente, o lo que nosotros queremos recibir. ¿Cómo es esto?

Soldadura: ¿Cómo cobrar?

Existen numerosas y variadas teorías económicas. Al menos a mí y a este sitio web excede esa área. Pero rescato de un economista que una vez señaló que los precios no están determinados sólo por los costos sino también por el mercado. Aquí entra la ley de oferta y demanda.

Planteo esta modalidad en 3 pasos. Calcular los costos de materiales, sumar los costos operativos, y luego fijar un precio basado en el mercado.

En primer lugar, es necesario conocer los precios de los materiales e insumos que utilizamos. Estos varían dependiendo la tarea a realizar, el lugar, las condiciones bajo la cual operamos, la necesidad del cliente, entre otros factores.

¿Cuántos electrodos utilizamos? ¿Qué cantidad de discos para amoladora usamos? ¿Cuántos metros de caños (tubos) o chapa nos llevó el trabajo? ¿Cuánto aproximadamente de energía eléctrica usamos?

Es importante en este paso sumar todos los ítems. Me refiero a todo aquello que implicó el trabajo de soldadura en sí.

Luego, pasaremos a calcular los costos operativos para poder trabajar. Si contamos con un taller propio o alquilamos un lugar, los impuestos que abonamos por nuestra actividad, el seguro, las herramientas, los gastos de transporte, entre otros. Considero esencial conocer cuáles son nuestros gastos fijos, es decir, todo aquello que debemos pagar trabajemos o no.

Por ejemplo, si alquilamos un galpón donde tenemos instalado el taller, todos los meses pagamos la renta aunque no trabajemos ni un sólo día.

Una vez que tenemos el listado de los costos de materiales y los gastos operativos, debemos fijar el precio por nuestro trabajo. Pero para ello necesitamos saber algo más, tenemos que averiguar cómo se encuentra el mercado y cuál es la necesidad del cliente.

Por mencionar un ejemplo. A nosotros la suma entre materiales y gastos nos da un precio de $1.000. A ello queremos ganarle el doble. Deberíamos cobrar $2.000. Pero, ¿Qué pasa si el cliente nos responde que el presupuesto es excesivo? ¿Qué sucede si la persona nos contesta que encontró otro trabajador que le cobra $1.500 por el mismo servicio? ¿Y si el cliente dice tener un presupuesto de $500?

Allí hay numerosas preguntar por hacer y por hacernos. Algunas sin respuesta. Pero veamos. ¿Por qué el cliente nos llamó a nosotros? ¿Qué tipo de relación tenemos con esa persona? ¿Tiene algún tipo de apuro? ¿Qué tipo de perfil es el cliente? ¿Cuál es nuestra ventaja sobre otro trabajador? ¿Podemos reducir los costos? ¿Nos está diciendo la verdad el cliente? ¿Nuestro trabajo es de calidad? ¿Los presupuestos del resto, son iguales, mejores, o peores que el nuestro en cuanto a servicio y calidad?

Cuando nos enfrentamos a presupuestos y precios más bajos, cabe preguntarnos si la otra persona encuentra materiales más económicos, si tiene menos costos fijos que nosotros, si su trabajo será de menor calidad que el nuestro, entre otras inquietudes.

Ahora bien, ¿Cuál es la opinión del cliente? Si no nos conoce y será nuestro primer trabajo con él, se dará una situación. Por su parte, si ya contamos con un vínculo, será otro. Asimismo, ¿Qué busca y necesita la persona? ¿Tiene una urgencia? ¿Busca algo seguro y efectivo? ¿Quiere algo económico? ¿Necesita resolver un problema urgente?

Son muchas las preguntas y algunas tal vez las obviemos. Debemos contar con cierta habilidad para averiguar la respuesta a ellas. La experiencia nos dará algunos datos sin consultar. Pero, ¿Qué tiene que ver todo esto?

Que quizás, utilizando el cálculo de multiplicar los materiales, perdemos de ganar dinero. Si tenemos $2.000 de costos y lo multiplicamos x2, nos dará una suma de $4.000. ¿Y si el cliente nos dice que parece barato? ¿Y si podríamos haber pasado un precio de $6.000 y aún así nos pagaban ese monto? Para ello sirven todas esas preguntas.

También puede ocurrir que nosotros pasamos $4.000 de presupuesto por un trabajo de soldadura, y no nos contratan. Es importante conocer los motivos. ¿Y si el resto de profesionales cobran menos que ese monto? Cabe preguntarnos, ¿Tenemos costos y gastos altos? ¿La ganancia de otros es menor que la nuestra?

Resumen

Hay numerosas y variadas maneras de calcular cuánto cobrar por un trabajo de soldadura. Sin dudas que no es una tarea sencilla. Y tampoco hay una forma única. Depende la tarea, las condiciones del contexto, la necesidad del cliente, nuestro servicio, entre otros factores. Lo importante es conocerlo y seleccionar el más conveniente.