Cuándo soldar con polaridad invertida

Al momento de soldar tenemos un abanico de opciones. El mundo de la soldadura es realmente amplio. Pero en este caso nos detenemos en la soldadura con electrodos, y específicamente, cuándo soldar con polaridad invertida.

Ya diferenciamos entre soldar con polaridad directa o inversa. De acuerdo a la posición de la pinza de masa y el porta electrodo estamos utilizando una u otra modalidad.

Polaridad directa o polaridad normal. Pinza porta electrodos en el borne negativo y pinza de tierra en borne positivo.

Polaridad inversa o polaridad invertida. Sucede cuando el cable porta electrodos está conectado a la salida del positivo y la pinza de masa está en el negativo.

Ahora bien, ¿Qué cambia con una u otra polaridad? La posición de las pinzas modifica hacia dónde va mayor cantidad de aporte de calor, si a la pieza o al electrodo.

En la polaridad inversa la energía va un 30% a la pieza y un 70% al electrodo. En la polaridad directa, al revés, mayor porcentaje a la pieza y no al consumible.

¿Para qué sirve? De acuerdo a los requisitos de la soldadura será mejor una u otra opción. Con la polaridad invertida, es decir el electrodo al positivo, se funde más rápido el consumible. Esto da como resultado, a su vez, menor penetración sobre el metal y un cordón más abultado.

Este método se recomienda para soldar chapas o tubos finos, ya que la pieza no recibe tanto calor y reducimos la probabilidad de perforar el metal.

Por su parte, soldar con polaridad directa se recomienda para materiales gruesos o cuando necesitamos asegurarnos mayor penetración del cordón de soldadura. Casos son: perfiles IPN o UPN, hierro de construcción, entre otros.

Cabe recordar que la elección de la polaridad también radica en el electrodo utilizado. El 6013, el más común, puede usarse con ambas opciones. Sin embargo, hay algunos que necesitan una en específico, conviene revisar la información técnica que brinda el fabricante.